Lleida es actualmente una destinación turística emergente que combina un interesante y atractivo patrimonio cultural en un rico y variado entorno natural, junto con infraestructuras de alojamiento y todo tipo de servicios. La ciudad trabaja en torno al objetivo de convertirse en un producto cultural innovador y smart vinculado a la gastronomía sostenible de la Huerta que funcione como HUB de descubierta del entorno fomentando las nuevas pautas de movilidad.

Así pues, podemos decir que la oferta turística de Lleida se estructura en base a la gastronomía y el patrimonio cultural y natural.

En su casco antiguo destaca sobre una colina la antigua catedral o Seu Vella, símbolo de la capital, templo románico gótico que comenzó a construirse a principios del siglo XIII. A unos metros del antiguo recinto catedralicio aún sobreviven las ruinas de la antigua muralla que una vez rodeó la ciudad y algunos muros de la Zuda, fortaleza árabe del siglo IX. Bienes de interés cultural como el Castillo templario de Gardeny, la catedral nueva, el palacio de la Paeria o el Antiguo Hospital de Santa María y equipamientos culturales diversos constituyen una oferta patrimonial muy atractiva.

Por otro lado, el patrimonio agrario y natural.

El centro de la ciudad se encuentra rodeado en todas direcciones por un extenso valle, rico en vegetación y cultivo llamado Horta.